Defensores de los animales mencionaron que la modificación de las orejas de mascotas puede tener secuelas físicas y psicológicas.
A través de redes se ha viralizado y generado polémica por la moda de cortarle las orejas a las mascotas como gatos o perros para que se asemejen a las redondeadas del ratón más famoso del mundo: Mickey Mouse.
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La polémica surgió cuando se dió a conocer en redes una especie de intervención quirúrgica que aún es legal en China, con la que cortan las orejas de mascotas de forma redondeada, provocando comparaciones con Mickey Mouse.
Fue una clínica veterinaria de la ciudad de Chongqing que dio a conocer que por 300 yuanes realizaba dicha operación, además, el precio se mantenía en oferta para que los dueños de mascotas lleven a sus pequeños a este tipo de procedimientos.
Critican operación de orejas de mascotas al estilo Mickey Mouse
Esta operación consta de dos fases: la primera, con una duración de aproximadamente media hora, se realiza bajo anestesia y consiste en la intervención quirúrgica para redondear las orejas del animal.
La segunda fase implica “estilizar” la forma de las orejas para mantenerlas erguidas, y este proceso se lleva a cabo en un período de entre 20 y 60 días. Se requieren “ajustes frecuentes” durante esta fase para asegurar que las orejas se mantengan rectas.
Los activistas en defensa de los derechos de los animales están solicitando la prohibición de prácticas que causan daño físico y secuelas psicológicas a los animales, en particular a perros y gatos.
Liu Yudong, el responsable del centro veterinario Loving Care International en Pekín, ha explicado que, aunque esta práctica es considerada una moda, raras veces se lleva a cabo en clínicas veterinarias responsables. Sin embargo, no descarta la posibilidad de que se realice en criaderos.
Desde un punto de vista ético, el veterinario subraya que tanto él como sus colegas se oponen firmemente a este tipo de cirugía debido a los riesgos asociados, que van desde los peligros de la anestesia hasta la posibilidad de que los animales desarrollen comportamientos autolesivos como respuesta al dolor.
Chen Young, del hospital veterinario Lianhe en la ciudad suroriental de Shenzhen, respalda esta postura y advierte sobre los riesgos adicionales que esta práctica conlleva, subrayando la importancia de considerar la salud física y mental de las mascotas en cualquier procedimiento médico y más si se trata de una intervención para modificar sus cuerpos.
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