Margarita, tía de los hermanos Tirado, reveló la pesadilla que vivió al interior de su casa ubicada en la Colonia Roma de la CDMX.
El 18 de diciembre de 2022, fueron asesinados tres hombres al interior de una vivienda ubicada en la Colonia Roma. Las víctimas fueron los hermanos Tirado y su tío José Luis González.
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Con el pasar de los días, se fueron revelando detalles de cómo ocurrieron los hechos. Además, El País tuvo acceso al testimonio de la única sobreviviente: Margarita María Ochoa. La mujer se identificó como tía de los jóvenes y esposa del señor de 73 años.
De acuerdo con lo revelado por el diario internacional, el multihomicidio ocurrió en la calle Medellín número 113. Aquella vivienda era propiedad de las víctimas y de un momento a otro se convirtió en un escenario de terror. Pues los hombres pasaron alrededor de 48 horas secuestrados y violentados hasta ser asesinados.
La tía de los hermanos Tirado contó a las autoridades que entre ocho y diez personas estuvieron implicadas en el crimen. Sin embargo, la Fiscalía aseguró que solo fueron siete los involucrados. Aunado a esto, la señora manifestó que todo surgió tras una disputa por la propiedad en donde ocurrieron los asesinatos.
Tía de los hermanos Tirado revela testimonio de secuestro
Margarita dijo que durante siete meses, sus familiares y los presuntos homicidas habían compartido la vivienda de dos pisos. La planta alta era habitada por José Luis González, Margarita María Ochoa y sus sobrinos, Jorge y Andrés Tirado.
Mientras que en la planta baja vivían Blanca Hilda, junto con su hija Sally y sus dos nietos. Además, Azuher, novio de Sally, pasaba mucho tiempo dentro de la residencia, pero no vivía de manera formal en ese lugar.
El viernes 16 de diciembre, a las 14:00 horas, empezó el tormento. Azuher subió al segundo piso para pedirle a José Luis González que moviera su automóvil. Supuestamente, el auto estaba obstaculizando el paso de un técnico que había ido a reparar una lavadora.
Cinco minutos después, Azuher regresó al segundo piso para decirle a Margarita que su esposo se había caído. La señora bajó a ver lo que estaba pasando y miró al señor “tirado en el piso, maniatado y con la cara cubierta de cinta tipo canela pero de color plateado”.
Al mismo tiempo, la mujer notó la presencia de entre ocho y diez personas con la cara cubierta. Entonces, su vecino se le abalanzó para amordazarla y vendarle los ojos. Al principio solo estaban amordazados, pero después comenzaron a torturarlos con cortes en el meñique.
Después, los señores fueron trasladados a una habitación; a José lo aventaron al piso, pero a Margarita la pusieron en una cama boca abajo. La señora detalló que en ese momento dos mujeres le pusieron una navaja en el cuello y le dieron descargas eléctricas.
Además, las secuestradoras le comenzaron a exigir sus datos bancarios con los cuales retiraron dinero de las tarjetas.
El asesinato de Jorge y Andrés Tirado
Al poco tiempo, Margarita María Ochoa escuchó un disparo y gritos, los cuáles no supo decir de dónde provenían. Posteriormente, los secuestradores llevaron a la misma habitación a los hermanos Tirado.
A los jóvenes también les exigieron los datos de sus cuentas bancarias. Uno de ellos solo tenía dinero en un sobre guardado dentro de la casa. Pero el otro muchacho no tenía nada de dinero:
“Comencé a escuchar ruidos fuertes de agresión hacia mis sobrinos. Asumo que eran ellos porque también escuché patadas como si se estuvieran defendiendo. También escuché que alguien se estaba ahogando. No puedo precisar el tiempo que pasó, pero dejé de escuchar la voz de mis sobrinos y en su lugar escuché que una mujer dijo: este ya está muerto”.
Minutos después, los homicidas colocaron el cuerpo dentro de una bolsa de plástico, la cual arrastraron por el suelo. Respecto a su esposo, la mujer dijo que estaba vivo porque escuchó un quejido.
“Después ya no escuché nada más”.
Margarita pensó que ella también sería asesinada por el hombre que la custodiaba. Además, contó a la Policía que sufrió tocamientos sexuales por parte de un segundo hombre que amenazó con violarla.
Más tarde, los secuestradores se fueron. Ella sola logró quitarse la venda y cuerdas que la amordazaban e intentó escapar. Al llegar a la azotea para pedir auxilio, fue descubierta por sus raptores, quienes de inmediato la atraparon.
Entonces, la llevaron a una bodega en la planta baja donde fue atada a una silla de ruedas.
El último día del secuestro
En el último día de cautiverio, es decir, el domingo, comenzó a sentirse deshidratada. Por lo tanto, pidió agua. Luego, Blanca Hilda le curó las heridas que los hombres le hicieron en el pie izquierdo. Además, le permitió bañarse.
Cuando estaba en la regadera, Margarita descubrió que tenía una lesión con sangre en el costado izquierdo del pecho. Además, alcanzó a escuchar que Blanca dijo que había un problema con los cuerpos.
Tras 48 horas de tormento, la policía llegó al inmueble. Los oficiales encontraron a la víctima atada a una silla de ruedas. En tanto, Blanca, su hija y su yerno también estaban en el lugar fingiendo no saber nada.
Finalmente las autoridades encontraron los cuerpos de los hermanos Tirado y del señor José Luis. De acuerdo con una línea de investigación, los secuestradores dejaron con vida a la señora con el propósito de que cediera por escrito el inmueble.
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