Paola Schietekat denunció que no recibió la respuesta esperada cuando buscó el apoyo de la Embajada de México ante el caso de abuso.
Una intelectual conocida como Paola Schietekat Sedas, quien sufrió abuso mientras trabajaba en Catar, recibió un castigo en prisión.
Esta semana se determinó que la joven mexicana se haría acreedora a 100 latigazos y siete años tras las rejas.
Las autoridades tomaron la decisión de imponerle un castigo, pero la politóloga salió de Doha. Paola consideró una injusticia que no le permitan regresar a cumplir con su trabajo soñado.
El hecho de abuso se presentó el 6 de julio de 2021, pero el reprobable acto se difundió apenas. Al respecto, la intelectual contó que fue ultrajada cuanto tenía 16 años.
“Tenía 16 años cuando mi primer novio me encerró en su departamento y me amenazó con matarme tras darme una paliza que dejó marcas visibles, todo por un arranque de celos”.
Paola Schietekat sufrió un abuso previo
Paola Schietekat contó cómo sufrió el abuso previo cuando estaba saliendo con un chico.
“Recuerdo cómo iba a ocultar las marcas, porque sentía que era mi culpa, y porque era una niña, sin racionalizar que lo que acababa de vivir era un intento de feminicidio”.
Paola se tomó diez años para compartir lo que le pasó y todo fue gracias a las terapias.
“En esos diez años, mi agresor se casó y tuvo una hija. Me enfurecí conmigo misma por no haber denunciado, por no haberme querido y respetado lo suficiente”.
Schietekat narró que siguió con su vida al estudiar Ciencias de la Conducta, Políticas Públicas y Relaciones Internacionales.
El otro caso de abuso lo vivió en 2021 cuando un amigo entró a su departamento para agredirla mientras dormía.
“Después de un forcejeo, terminé en el piso. Me salieron moretones en todo el brazo izquierdo, el hombro y la espalda. Le avisé a mi mamá, a un colega del trabajo y documenté todo con fotos”.
De víctima a acusada
La joven se hizo unas pruebas, pero el Cónsul de Catar la habría declarado culpable por mantener relaciones extramaritales.
Las autoridades cuestionaron a Paola en árabe qué quería hacer: nada, pedir una restricción o demandar.
“Volteé a ver al cónsul Luis Alberto Ancona, quien me recomendó ir a las últimas instancias. Firmé la declaración en árabe y di los datos del agresor”.
Paola Schietekat fue obligada a enfrentar a su atacante, quien declaró que eran novios y fue así como se concretó el caso como relación extramarital.
“Mi denuncia ya no importaba. La policía refirió el caso a la fiscalía pública, único lugar donde tuve un traductor. Todo se centró alrededor de la relación extramarital”.
Afortunadamente, Paola logró salir de Catar con apoyo de su trabajo y de Human Rights Watch.
La ineficiencia del servicio diplomático
Paola contó en una carta que hubo ineficiencia en su propio país a pesar de contar con evidencia del abuso.
Schietekat se dio cuenta de que la Corte de Catar absolvió a su atacante por falta de pruebas audiovisuales.
Además, en el expediente no se detalló que le hicieron un interrogatorio en árabe sin un traductor.
En el documento se dijo que Paola presuntamente destruyó la evidencia y no había constancia de la relación.
Inclusive, se topó con errores en fechas y edades en su expediente; contando con cargos en su contra por la relación fuera del matrimonio. Una solución que dio su abogada fue contraer nupcias con el sujeto que la golpeó para regresar a Catar.
Schietekat denunció que la Secretaría de Relaciones Exteriores no tenía preparación para actuar en su defensa.
“Durante mi proceso, observé la poca, o más bien, nula preparación de la Embajada para actuar en mi defensa. Nadie hablaba ni un poco de árabe, pero tampoco tenían el menor conocimiento de las leyes locales”.
Lo único que le dieron fueron largas al decirle que se mantuviera en contacto con la Embajada.
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Con información de Cuestione y Sin Embargo
Portada: Especial
Fotos: Twitter (@paola7kat)