El joven Rayce Ogdahl jamás imaginó que un crucifijo que estaba destinado para “cuidarlo”, sería el responsable de la peor desgracia de su vida.
Esta semana, el mundo entero se conmovió ante la terrible historia de Rayce Ogdahl, una joven de tan solo dieciséis años de edad que estuvo a punto de perder la vida durante tras electrocutarse con un crucifijo que portaba en el cuello.
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De acuerdo con diversos medios de comunicación locales, el trágico evento se suscitó al interior de su casa en Yucon, Estados Unidos, poco antes de que la familia conciliara el sueño, pues al otro día tenían que levantarse temprano para sus respectivas actividades cotidianas.
Según el relato de la madre de Rayce Ogdahl, la señora Danielle Davis, el joven empezó a gritar de la nada, pero en un inicio hizo caso omiso a la situación, pues pensó que quizá estaba frustrado por perder en algún videojuego, situación que es común en su casa.
Adolescente casi muere electrocutado por su crucifijo
No obstante, los gritos continuaron, por lo que Danielle Davis decidió ir a averiguar qué pasaba, sin pensar que se encontraría con una escena sumamente fuerte, pues su hijo estaba herido de gravedad del cuello; además de que la casa empezó a presentar un olor desagradable.
“Era una noche normal y solo habíamos dormido alrededor de una hora cuando escuché un ruido y luego gritos desde la habitación de Rayce. Pensé que tal vez estaba jugando un videojuego y se estaba frustrando… después lo escuché gritar ‘mamá’ y mi hijo estaba parado en el pasillo… Él dijo: ‘Me han electrocutado mi collar’… Toda la casa olía a pelo y piel quemados y a quemaduras eléctricas”.
¿Cómo ocurrió accidente de joven electrocutado con crucifijo?
Rápidamente, el joven Rayce Ogdahl fue llevado al hospital, donde le indicaron que las quemaduras fueron de tercer y cuarto grado; sin embargo, pese a todo pronóstico, sobrevivirá para contar esta terrible experiencia cercana a la muerte.
Por su parte, Danielle Davis aconsejó a los jóvenes a no dormir con el celular, pues, según la versión oficial del adolescente, este quería asegurarse de que su teléfono todavía estuviera cargando para que sonara la alarma y en determinado instante un cable tocó el crucifijo de metal, convirtiéndolo en un conductor de electricidad.
“Cuando se trata de un teléfono, no hay un mensaje de texto o notificación que sea lo suficientemente importante como para tenerlo en la cama… Cualquier cosa puede pasar y Rayce es prueba de ello… Presten atención a sus cables y le recomendaría a cualquiera que no use cables de extensión en absoluto”.
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Portada: Distritt
