Los hermanos oaxaqueños pagaron mil 66 dólares de anticipo para cruzar la frontera, pero fueron abandonados en el desierto.
Dos hermanos oaxaqueños migraron desde su comunicad en busca de mejores condiciones de vida, pero fallecieron en su intento de cruzar hacia Estados Unidos. Sus cuerpos fueron hallados en el desierto de Arizona, según confirmaron autoridades del gobierno de Oaxaca.
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Los hermanos fueron identificados como Édgar de 37 años y Carlos de 23. Ambos se dedicaban al oficio de la albañilería en San Juan Bautista Tuxtepec, región de la Cuenca del Papaloapan.
Salieron de su hogar a finales de mayo con el objetivo de encontrar oportunidades laborales. Sin embargo, su familia perdió comunicación con ellos.
Coyote confesó que abandonó a los hermanos oaxaqueños
Facundo Mendoza Nolasco, padre de Édgar y Carlos, se enteró del abandono de sus hijos el 2 de junio, cuando el propio traficante de personas se lo dijo.
“Me habló una semana después diciendo que Carlos se había deshidratado y que no pudo seguir la caminata. Que la ley de la vida así es en el desierto: si te quedas, te quedas. Le pregunté por mi otro hijo y me contestó que tampoco siguió al grupo, que por la cuestión de que vio a su hermano que no pudo, prefirió quedarse”.
Todo comenzó el pasado 27 de mayo. Los hermanos oaxaqueños emprendieron el viaje. Su padre los llevó a Santa Cruz, Veracruz, donde empezaría la odisea. Antes de partir, don Facundo les preguntó que si estaban seguros de que iban a aguantar.
Ellos respondieron que sí, que lo hacían por su esposa e hijos. Tomaron un autobús y se despidieron. Agarraron camino rumbo a Sonoyta, donde los esperaba el coyote.
Édgar y Carlos murieron abrazados en el desierto
El martes 9 de agosto, Facundo Mendoza habló al consulado de Yuma, Arizona, pero no quisieron darle razón de sus hijos.
Luego de insistir, uno de los funcionarios le contestó.
“Me preguntó primero cómo estaba de salud y yo le respondí que me dijera lo que me fuera a decir, que ya estaba preparado. Si tenía que decirme algo bueno o malo, que solo lo dijera”.
Y fue así como se enteró de la muerte de Édgar y Carlos. La Patrulla Fronteriza hacía su recorrido cuando encontraron dos cuerpos.
“Por las credenciales y las licencias de manejar sabían que eran ellos. Que, aunque los cuerpos ya estaban en malas condiciones, todavía en el físico daban los rasgos”.
De acuerdo con el testimonio del padre, sus hijos murieron abrazados.
“El consulado me dijo que, como buena pareja de hermanos, los encontraron abrazados. También por eso aseguraron que eran Édgar y Carlos Enrique”.
INM repatriará cuerpos
Luego de que se diera a conocer el caso, el Instituto Nacional de Migración (INM) inició las acciones para repatriar los cuerpos de los dos hermanos.
“El INM lamenta su muerte y refrenda su vocación de servicio y de atención humanitaria para todos aquellos que ingresan, transitan y salen de territorio mexicano en contexto de movilidad”.
Asimismo, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) informó a Facundo que podría tramitar su visa humanitaria para viajar a Estados Unidos a reconocer oficialmente los cuerpos de Édgar y Carlos.
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Con información de Milenio y El Universal
