Sicarios de El Mayo y de Caro Quintero tenían la orden de aniquilar a Ovidio Guzmán, pero con una condición muy particular.
El Ratón como es conocido el hijo del Chapo, Ovidio Guzmán, sobrevivió a una operación comandada por sicarios de El Mayo y de Caro Quintero. El 28 de octubre de 2021, el ahora detenido caminaba tranquilamente por la ciudad de México sin saber que era “campaneado” por experimentados gatilleros.
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Aquella noche de octubre estuvieron muy cerca de él y tenían la orden de acabar con su vida en la Plaza Delta. La solicitud de que se aniquilara a Ovidio Guzmán en aquel lugar no era una coincidencia, puesto que los gatilleros fueron notificados de la fascinación del hijo del Chapo por los pasteles del Cheesecake Factory.
La orden de su asesinato no se materializó ya que según fuentes de la Sedena y la Marina, los sicarios recibieron la orden de “no hacer cagadero” porque en el lugar había mucha gente y no querían involucrar a personas inocentes.
Por lo tanto, los sicarios optaron por seguirlo pero su desconocimiento de la ciudad de México provocó que lo perdieran entre la multitud.
Luego de esto, El Ratón fue alertado, por lo que se dirigió de regreso a Culiacán.
Sicarios vigilaron de cerca los pasos de Ovidio Guzmán
Según la información presentada por la investigación federal acerca del caso, los gatilleros arribaron a la capital entre el 14 y 15 de octubre provenientes de Tijuana, Sinaloa y Sonora. Habían sido contratados por una persona identificada como El Flaco, quien fue el encargado de pagar por sus viáticos.
Durante esa semana, siguieron de cerca los movimientos de Ovidio Guzmán. Descubrieron que se encontraba cercano a la colonia Nápoles con escoltas y dos vehículos blindados: una camioneta Mercedez Benz y una Land Rover.
Los teléfonos de los sicarios fueron confiscados por autoridades capitalinas. En ellos se encontraron conversaciones con El Flaco donde le informaban acerca de todo lo que hacía El Ratón.
Entre la información que compartieron, reportaron dónde vivía, a qué hora salía a comer, dónde dormía, quiénes eran sus parejas sentimentales. También enviaban reportes acerca de a qué elementos de la policía sobornaba.
Asimismo, descubrieron que cada tercer día cambiaba de domicilio y los intercalaba con hoteles y moteles de la misma zona.
Con la información compilada, se descubrió posteriormente que El Flaco era un lugarteniente de El Mayo Zambada y de Caro Quintero. Fueron ellos quienes le habían dado instrucciones de ejecutar a Ovidio.
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