La mujer aseguró que desconocía que al llevarse los restos arqueológicos podía ser perseguida por una terrible mala suerte.
A través de redes se ha vuelto viral la noticia de una mujer que asegura haber sido toda su vida sana hasta que después de llevarse unas piedras de Pompeya desarrolló cáncer contra todo pronóstico. Varios usuarios han recordado que no es la primera vez que ocurren historias como estas relacionadas con Pompeya.
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Una mujer que padece cáncer de mama ha decidido devolver varios fragmentos de roca sustraídos del sitio arqueológico de Pompeya, la antigua ciudad italiana destruida por la erupción del Vesubio en el 79 d.C. En una carta anónima adjunta, la mujer explicó que no tenía conocimiento de la existencia de una “maldición” vinculada a llevarse restos arqueológicos.
Mujer devuelve piedras robadas tras recibir una maldición
El director del parque arqueológico, Gabriel Zuchtriege, compartió en redes sociales la carta anónima y los fragmentos, acompañando la publicación con un mensaje de buenos deseos: “Estimado remitente anónimo de esta carta… las piedras pómez han regresado a Pompeya… ahora, que la buena suerte guíe su futuro e ‘in bocca al lupo’ (buena suerte), como decimos en Italia”.
La carta escrita en inglés expresaba: “No tenía conocimiento de la maldición. No sabía que no debería haber tomado las piedras. Un año después, me diagnosticaron cáncer de pecho. A pesar de ser una mujer sana, los médicos atribuyen esto simplemente a ‘mala suerte’. Por favor, acepte mis disculpas y estas piezas. Lo siento”. Este gesto nos revela la conexión personal de la mujer con los fragmentos robados y su arrepentimiento al descubrir las consecuencias inesperadas vinculadas a la maldición de Pompeya.
¿Cuál es la maldición de Pompeya?
Según el libro del periodista Antonio Cangiano, titulado La maldición de Pompeya: Superstición y arqueología. Una crónica de pequeños hurtos y remordimientos en todo el mundo, la antigua superstición vinculada al robo de hallazgos arqueológicos de Pompeya sigue presente en la actualidad.
El autor detalla que aquellos que se aventuran a llevarse a casa un ‘recuerdo’ no autorizado son castigados con mala suerte, experimentando eventos desagradables y a menudo trágicos.
Un ejemplo reciente ocurrió en 2020, cuando el propietario de una agencia inmobiliaria en Pompeya recibió un paquete de Canadá que contenía restos arqueológicos junto con un mensaje claro: “Quédense con ellos. Traen mala suerte”.
Nicole, una ciudadana canadiense, admitió su participación, explicando: “Era joven e ingenua; quería poseer un fragmento de historia que nadie más tuviera. En realidad, no reflexioné sobre lo que estaba adquiriendo”. Posteriormente, Nicole desarrolló cáncer de mama, atribuyendo la maldición al hecho de que los restos provenían de una “tierra de destrucción”, donde “muchas personas murieron de formas horribles”.
Los medios también recuerdan otra carta proveniente de Canadá, escrita por una pareja que se disculpaba por un robo cometido en 2005 durante su visita a Pompeya: “Los tomamos sin considerar el dolor y el sufrimiento que estas pobres almas habían experimentado. Lo sentimos, perdónanos por esta terrible decisión. Que sus almas descansen en paz”.
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