Juliana Velandia Santaella, una mexicana originaria de Baja California, contó cómo vivió una de las noches más aterradoras de su vida.
A dos días de la estampida humana durante la fiesta de Halloween en Seúl, están surgiendo nuevos detalles. De acuerdo con las autoridades de Corea del Sur, el hecho provocó la muerte de al menos 150 personas. Pero también hubo muchos heridos, entre ellos la mexicana Juliana Velandia Santaella.
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Además, se sabe que prácticamente todas las víctimas mortales ya fueron identificadas. La prensa internacional informó que hay una mayoría de mujeres (98) de entre 20 y 30 años. Se tiene conocimiento de que 26 ciudadanos tenían pasaporte extranjero.
Se trata de personas de nacionalidad iraní (5), china (4), rusa (4), japonesa (2), estadounidense (2). Así como un uzbeko, un esrilanqués, un francés, un australiano, un noruego, un tailandés, un austriaco, un vietnamita y un kazajo.
Por otro lado, Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, confirmó que hubo dos mexicanas que resultaron lesionadas en el incidente. Una de ellas fue Juliana Velandia Santaella, estudiante de medicina de 23 años que se encuentra de intercambio en Corea del Sur.
Mexicana narra cómo fue estampida en Seúl
En una entrevista para agencia EFE, la mexicana contó cómo quedó atrapada en el callejón donde sucedió el tumulto. Dijo que pasó al menos 30 minutos en ese lugar sin poder mover ni un solo músculo de su cuerpo.
“Estaba totalmente paralizada. No podía mover ni siquiera los dedos de los pies”.
Luego añadió:
“Caminamos unos metros, doblamos a la izquierda y en el callejón ocurrió todo. Yo estaba en la parte de arriba de la pendiente Y todos empezamos a caer hacia abajo. Nos empezaron a empujar, a empujar, a empujar y no paraban”.
Además, vía telefónica la mexicana mencionó:
“En un punto nos empezaron a empujar tanto que la perdí (a mi compañera) de vista. Ya no sabía dónde estaba. Me empezaron a aplastar todo mi tórax y no podía expandir mis pulmones y no podía respirar”.
Durante su relato, Juliana Velandia contó cómo quedó aplastada.
”En un punto, mis pies ya no estaban tocando el piso, ya había cuerpos debajo de mí. Había un muchacho que estaba inconsciente y me estaba aplastando y mis piernas estaban resultando tan aplastadas que dejé de sentirlas. Yo juré en un momento dado que iba a perder las piernas, que me las iban a romper. Que nunca más las iba a poder mover”.
Varios minutos después del inicio de la estampida humana en la fiesta de Halloween, la mexicana junto con su amiga pudo ser rescatada. Sin embargo, ahora se encuentra luchando contra las secuelas físicas. Y hasta el momento, nadie les ha hablado de asistencia psicológica.
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