La niña sicaria fue entrenada por el CDN para vender droga, disparar, mutilar y asesinar cuando tenía solo 14 años.
Susana se convirtió en niña sicaria del Cartel del Noreste (CDN) cuando tenía solo 14 años. Sin embargo, su historia con el mundo criminal comenzó mucho antes.
Cuando tenía 3 años, su padre, quien era sicario, fue asesinado por un cartel rival. Desde que tenía 10 años, ella y sus hermanos ayudaban a su madre con la venta de crack y cocaína.
Ese ‘era el negocio familiar’, pues su mamá trabajaba para Los Zetas y posteriormente se unió a las filas del Cartel de Sinaloa.
Susana tenía solo 12 años cuando su madre fue asesinada:
“A mi mamá la mató un sicario, le dio tres disparos. Yo tenía doce años cuando me quedé huérfana. Había perdido a la persona más importante en mi vida”.
El suceso cambió su vida para siempre, pues a su corta edad sus hermanos la abandonaron y ella se volvió adicta a la mariguana y a la cocaína:
“Yo era una niña, no sabía cómo salir adelante. Era cobarde con la vida y no sabía cómo enfrentarla”.
¿Qué la llevó a convertirse en niña sicaria del CDN?
Con sus nuevos amigos y adicciones a cuestas, Susana aprendió a robar tiendas de autoservicio y autos.
Su vida delictiva la puso en el radar del CDN antes que en el de las autoridades. Fueron ellos quienes le dieron a elegir entre unirse a sus filas o morir.
Pasó poco tiempo antes de que fuera acusada por delitos contra la salud. Sin embargo, debido a su corta edad solo estuvo recluida un mes.
Al salir del reformatorio, Susana tenía claro cuál sería su futuro:
“No quería vender droga, yo quería matar gente”.
Siendo solo una niña, encontró una forma de ‘canalizar’ el odio que sentía tras el asesinato de su madre:
“Fui entrenada para disparar, asesinar, mutilar y vender droga. Pero lo que más me llamaba la atención era asesinar personas. Era una forma de liberar el enojo que había sentido cuando mataron a mi mamá. Pensaba que, si ellos hicieron eso, ¿por qué yo no lo voy a hacer? Mis víctimas eran mujeres que tuvieran hijos, quería que ellos sintieran lo que yo había sentido”.
Para Susana, matar le daba una sensación de poder que nunca antes había experimentado:
“Me sentía poderosa dentro del cartel, sentía que tenía más valor que muchos otros hombres con los que trabajaba. Unos gritaban al momento de disparar, pero yo no tenía miedo ni remordimientos”.
¿Cómo se separó del CDN?
Susana era solo una adolescente cuando tenía que cumplir una cuota de homicidios. Si no obedecía las reglas, no le pagaban o la tableaban.
Cuando tenía 15 años, la menor fue detenida por segunda vez. En esa ocasión, por vigilar la casa de un hombre al que le habían ordenado asesinar.
Susana era solo una niña, pero fue torturada y abusada sexualmente por policías para que hablara. Resistió el castigo sin delatar a nadie y tuvo que pasar cinco meses internada.
Pese a su lealtad, cuando salió del reformatorio se dio cuenta de que el cartel le había dado la espalda.
Con solo 16 años, Susana regresó a la casa de su madre. El CDN la buscó solo para amenazarla con matarla, si no torturaba y asesinaba a una persona.
La adolescente regresó al grupo criminal, donde fue ascendida. Sin embargo, después de un tiempo dejó de recibir su pago y nuevamente quedó fuera de la organización.
Niña sicaria busca rehacer su vida
La menor se dedicó a la venta de droga de forma independiente tras su salida del CDN. Sin embargo, debido a que ya estaba en el radar de la Policía, nuevamente fue arrestada por delitos contra la salud.
Actualmente, Susana se encuentra en un centro de internamiento como parte de una medida preventiva de su libertad.
A diferencia de la primera vez que ingresó al reformatorio, ya no piensa continuar con su vida criminal. Su intención ahora es componer su vida_
“Para mí estar aquí es una oportunidad de rehacer mi vida y reforzar la relación con mi familia. Quiero seguir estudiando. Estar en internamiento significa estar en paz en mi vida, dejó de correr riesgo”.
Susana también envió un consejo para otros niños que están en riesgo de caer en las garras del crimen organizado:
“Yo aconsejo que no se metan en esto porque nada más los van a utilizar. En esta vida es el encierro o la muerte, no hay de otra. Si hubiera tenido otra vida… Si no hubieran asesinado a mi mamá, no habría pasado lo que estoy viviendo hoy”.
**La historia de Susana fue publicada este miércoles por Reinserta en su informe ‘Niñas, Niños y Adolescentes Reclutados por la Delincuencia Organizada’.
No olvides seguirnos en FACEBOOK, TWITTER e INSTAGRAM
Con información de El Universal
Portada: Distritt
Interiores: Twitter @infobaemexico @politicomx