Los Zetas, el Cartel del Noreste y el CJNG reclutaron a estos niños sicarios para cometer secuestros, tortura y asesinatos.
Confesiones de varios niños sicarios reclutados por el narco en México fueron recopiladas por Reinserta.
Esta organización investiga el tema de violencia social y busca modelos de protección y prevención para niños, niñas y adolescentes ‘en contacto con el sistema de justicia penal’.
Su más reciente estudio es ‘Niñas, Niños y Adolescentes Reclutados por la Delincuencia Organizada’.
Para elaborarlo, entrevistó a menores de edad, incluso de entre 9 y 11 años, que se encuentran internados en correccionales ubicadas en:
- Tamaulipas
- Coahuila
- Nuevo León
- Edomex
- Guerrero
- Quintana Roo
- Oaxaca
Reinserta realizó 67 entrevistas en las que los menores contaron que entre sus tareas estaba llevar mensajes, informar, robar, secuestrar y asesinar.
En su columna para El Universal, el periodista Héctor de Mauleón recopiló algunas de sus historias.
Confesiones de niños sicarios reclutados por el narco
Iker – Nuevo Laredo
Iker tenía solo 12 años cuando comenzó a andar con sus tíos, quienes eran miembros del Cartel del Noreste.
El menor quedó deslumbrado por el poder, el dinero y el ‘respeto’ que tenían sus familiares, quienes siempre andaban en carros y portaban joyas.
Cuando tenía 14 años fue entrenado en la sierra de Coahuila por un exmilitar. Solo un año después ponía narcomantas y participaba en secuestros.
Por sus labores, Iker recibía de 15 mil a 20 mil pesos, que sus padres aceptaban con gusto.
El joven tenía 16 años cuando cometió su primer asesinato. Inhaló cocaína para darse valor, según recordó:
“Al último le mochamos la cabeza. Él nomás gritaba, por eso le encintamos la boca…”
Iker mató a varios contras hasta que lo agarraron. Lamentó que nunca llegó a ser comandante. Sin embargo, afirmó que al salir volvería a lo mismo, ‘por todo el dinero y por el placer’.
Mauricio – Coahuila
Mauricio también perteneció al Cartel del Noreste, que lo entrenó en la sierra de Sabinas.
Durante su adiestramiento conoció a otros menores de edad reclutados en Edomex, CDMX y Nuevo León.
Mauricio era un niño cuando comenzó a asesinar personas, para él era igual que matar animales. Por ello, no tenía reparos al torturar personas:
“Les hacíamos madre y media, cosas que ni se imaginan. No era nada más meterles un balazo, si no nos decían lo que preguntábamos les volábamos un pie, luego el otro”.
Mauricio sí llegó a convertirse en comandante. Era menor de edad cuando estuvo a cargo de tres patrullas de ocho sicarios.
Su vida criminal habría continuado, de no ser porque fue detenido en un retén. Más tarde se enteró de que su hermano menor también fue reclutado, pero lo mataron en un enfrentamiento.
Historias de niños reclutados por el narco
Pablo – Saltillo
A Pablo fue su padre quien lo introdujo en el mundo del narco. Desde que era pequeño se encargaba de pesar, quemar y preparar droga.
Su casa era un punto de venta y entre sus múltiples tareas se encontraba la de atender a los clientes.
Cuando tenía solo 12 años, Pablo ya era integrante de Los Zetas, quienes le ordenaron ‘reventar’ la tienda de su padre y asesinarlo, pues trabajaba para los contras.
Para salvarle la vida, el menor tuvo que matar a tres personas y entregar información sobre otros puntos de venta.
Jacobo
Tenía solo 12 años cuando trabajaba como asesino a sueldo para el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Durante su entrevista dejó entrever los crueles métodos que la organización usa para deshacerse de sus víctimas:
“A los 12 años yo era un asesino a sueldo. A veces los pozoleábamos, los descuartizábamos o los matábamos a puros disparos”.
Montse
Tenía solo 15 años cuando su novio fue asesinado. Él era hijo del jefe de un cartel, cuyo nombre no reveló.
Un día, el capo la contactó para que ella lo ayudara a encontrar a quienes perpetraron el crimen.
Montse terminó ‘envuelta’ en el oscuro mundo del crimen organizado. Antes de su captura, participó en secuestros y homicidios en Michoacán, Guerrero y Jalisco.
¿Cómo fue que estos menores llegaron al narco? A parte de su situación socioeconómica, en México, los menores no son legalmente responsables de sus delitos antes de los 14 años.
Después de esa edad hasta que cumplen los 18 años reciben sentencias mínimas.
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Con información de El Universal y BBC
Portada: Distritt
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