El golpe de calor se produce cuando la temperatura corporal se eleva por encima de 39.4 °C, de modo que un adulto requiere 4.1 litros de agua al día.
Durante la primavera, todas las personas pueden ser susceptibles a padecer un golpe de calor.
Los expertos resaltan que en esta temporada los riesgos a la salud derivados de complicaciones como la deshidratación aumentan.
Además, se pueden presentar afectaciones como lesiones térmicas asociada al ejercicio y calambres.
Uno de los efectos más comunes es el llamado golpe de calor, un cuadro médico que se produce cuando la temperatura corporal se eleva por encima de 39.4 grados centígrados.
Aunque normalmente el organismo se encarga de regular la temperatura, a través del sudor, por ejemplo, en ese caso es incapaz de lograrlo.
Al respecto, el doctor Salvador Tranche, responsable de comunicación de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria, explicó:
“Se alteran los mecanismos del termostato cerebral. Digamos que el organismo no tiene ya capacidad para eliminar más calor. Si sigue sometido a la fuente de calor no tiene escapatoria”.
¿Por qué se producen los golpes de calor?
El golpe de calor puede ocurrir como resultado de dos cosas:
- Exposición a un ambiente caluroso
La insolación sin esfuerzo ocurre, a menudo, tras exponerse a un clima húmedo y caluroso, en especial, durante períodos prolongados.
Se presenta con mayor frecuencia en adultos mayores y en personas que padecen enfermedades crónicas.
- Actividad extenuante
Esta insolación se provoca tras realizar una intensa actividad física en un clima caluroso.
Cualquier persona que se ejercite o que haga actividades en un clima caluroso puede sufrirla. Sin embargo, es más probable que ocurra cuando no está acostumbrada a las temperaturas altas.
En cualquiera de los dos tipos de golpe de calor, la afección puede aparecer por:
- Usar demasiada ropa, evitando que el sudor se evapore fácilmente y enfríe el cuerpo
- Beber alcohol, pues este puede afectar la capacidad del organismo de regular la temperatura
- No tomar suficiente agua para recuperar los líquidos que se pierden al sudar
Síntomas de un golpe de calor
Las consecuencias pueden llegar a ser muy graves: desde lesiones cerebrales severas hasta, incluso, un coma o la muerte.
Los signos de un golpe de calor incluyen:
- Mareo
- Náuseas y vómitos
- Sudoración excesiva al principio y después ausente
- Enrojecimiento y sequedad de la piel
- Fiebre con temperatura desde 39 a 41 grados centígrados
- Comportamiento inadecuado (como quitarse la ropa sin importar el lugar)
- Aceleración del ritmo cardíaco con latido del corazón débil
- Dolor de cabeza
- Ataques con convulsiones
Si no hay una respuesta rápida bajar la temperatura, el cerebro o los otros órganos se hinchan, causando daños permanentes; sin un tratamiento rápido y adecuado, la consecuencia sería fatal.
¿Cómo prevenir el aumento de temperatura?
El golpe de calor se puede evitar tomando en cuenta las siguientes consideraciones:
- Usar vestimenta holgada y liviana
- Protegerse contra las quemaduras solares (con sombreros de ala ancha, gafas de sol y protector solar)
- Tomar mucha agua
- Tener precauciones adicionales con determinados medicamentos, como los relacionados con el corazón
- No dejar a nadie en un automóvil ni siquiera con las ventanillas abiertas o el vehículo a la sombra
- Limitar el tiempo que pasas trabajando o haciendo ejercicios cuando hace calor hasta que te hayas aclimatado para hacerlo
- Tomar las cosas con calma durante los momentos más calurosos en el día
¿Qué hacer ante los golpes de calor?
Si sospechas un golpe de calor, debes comunicarte a los números de emergencia.
Inmediatamente debes quitar el exceso de ropa a la persona afectada y enfriarla con lo que tengas a mano, por ejemplo:
- Ponerla en una bañera con agua fría o dale una ducha fría
- Rociarla con una manguera de jardín
- Pásale una esponja con agua fría
- Abanicarla mientras la rocías con agua fría
- Colocarle compresas de hielo o toallas húmedas frías en el cuello, las axilas y la ingle
- Cubrirla con sábanas húmedas frías
- Darle agua fría para rehidratarse, pero NO ofrezcas bebidas azucaradas, con cafeína o alcohólicas. Tampoco debe estar muy fría porque puede provocar calambres estomacales.
Si la persona pierde el conocimiento y no muestra signos de circulación, como respiración, tos o movimiento, debes comenzar la reanimación cardiopulmonar.
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Con información de Instituto Nacional de Salud Pública, Mayo Clinic y ABC
Portada: Archivo Cuartoscuro
Fotos interiores: Archivo Cuartoscuro