El feminicida de Atizapán cobraba 600 pesos como presidente del consejo ciudadano de su colonia para comprar balones a niños en situación de calle.
Andrés N, el feminicida de Atizapán, mantuvo una apariencia de buen vecino para que nadie descubriera sus crímenes.
Los primeros reportes indican que el sujeto siempre trataba de mantener un bajo perfil como un ciudadano más.
Ni sus amigos ni las personas que conocía se dieron cuenta de lo que hacía el feminicida de Atizapán.
Andrés N vivía en la colonia Lomas de San Miguel, perteneciente a Atizapán de Zaragoza, en Estado de México. El feminicida de Atizapán le rentaba una habitación a un médico que estaba laborando por la zona.
La buena imagen de Andrés N se cayó cuando la FGJ lo detuvo por la desaparición de Reyna N, de 34 años.
Al ingresar a su domicilio fue cuando los elementos de seguridad se percataron del infierno que les habría hecho pasar el sujeto a las víctimas que engatusaba en los centros nocturnos de Edomex.
Feminicida de Atizapán: la cara del buen vecino
El criminal estaba en la lista de beneficiados al recibir 600 pesos trimestrales por ser presidente del Consejo Ciudadano.
Para obtener el dinero, el feminicida de Atizapán usaba su INE, así como su licencia de conducir.
Con el capital económico, Andrés N compraba balones de futbol para los niños de la calle, comida para la gente de escasos recursos y pintura que se usaba en las fachadas de las propiedades de la región.
Andrés N era una persona estimada por los ciudadanos en la demarcación, demostrando que era un vecino ejemplar.
En 2016 fue reelecto como presidente del Consejo Ciudadano, lo que le dio la oportunidad de conocer a Pedro Rodríguez, candidato a la presidencia de Atizapán por el PRD.
Andrés N: la cara del feminicida y caníbal de Atizapán
Después de su detención y vinculación a proceso, se conoció más sobre la cara oscura del feminicida de Atizapán.
Andrés N enterró a sus víctimas y en el caso de la más reciente se supo que estaba oculta entre cajas de cartón, chatarra y trofeos de futbol.
Los informes apuntaron que el feminicida de Atizapán era antropófago, es decir que se comía a las mujeres. Asimismo, a Andrés N le gustaba grabar los asesinatos que cometía y tenía el material en su respectiva casa.
Andrés N conservaba las prendas y teléfonos de mujeres a las que asesinaba tras llevarlas a su hogar para apuñalarlas.
El sujeto también convivía con restos, cabelleras, así como partes del cuerpo desmembradas. Anteriormente, se estimaron 29 feminicidios, pero por la cantidad de restos se intuye que podrían ser más.
Dilcya García, fiscal de Edomex, indicó que el feminicida de Atizapán tiene todas las características de un asesino serial.
“eso es una fase que se repite con cada feminicida serial. No viven en espacios apartadísimos, y sin embargo la gente los ve como cualquier persona normal, de perfil bajo, de personas que no tienen problema con los vecinos”.
Faltará que transcurran al menos tres meses para conocer la situación legal del feminicida de Atizapán.
Andrés N, investigado por asesinar a varias mujeres en el Estado de México, tenía dos caras: la de un ciudadano ejemplar y de un caníbal que videograba a sus víctimas y las enterraba en el sótano. #Despierta con @daniellemx_ pic.twitter.com/6qYVnGwnhX
— Noticieros Televisa (@NTelevisa_com) May 24, 2021
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Portada: Distritt
Fotos: Twitter (@c4jimenez) y Pixabay